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  • br de Hern n Lara Zavala se suma al acervo

    2019-04-28


    de Hernán Lara Zavala se suma al acervo literario de novelas históricas de México. En los albores del México independiente, la novela histórica representó una vía de exploración y defini-ción del “ser nacional”. A casi dos siglos de distancia la novela histórica ocupa un lugar central en la producción literaria contemporánea, porque nuestra condición cultural está marcada por la necesidad de reflexionar siempre sobre nuestro pasado para poder entender y definir nuestro presente.
    J A Rosado Z.: Regresemos al momento en que viniste NF-κB Signaling Library México a elaborar tu tesis sobre Carlos Fuentes. En la presentación de la versión periodística de afirmas que de alguna manera te persuadieron a no hacerla sobre Carlos Fuentes, sino que te dijeron que había literatura mucho más interesante, incluso una persona te dijo que los jóvenes no sabían escribir, que el escritor Martín Luis Guzmán. J B-N: Ése fue mi tío.
    I Se presenta una carta de Carlos Fuentes fechada el 8 de septiembre de 1956, enviada desde la ciudad de México a Monterrey, a dos de los fundadores de la NF-κB Signaling Library revista literaria Kátharsis, Hugo Padilla y Homero Garza; la carta se encontró entre los libros y papeles de este último, por lo que los elementos para situarla y darle contexto se basan, principalmente, en ciertos datos sobre él y su obra. En el saludo, Fuentes llama a estos jóvenes regiomontanos “Ilustres colegas”. En esa época, el autor de Los días enmascarados dirigía la Revista Mexicana de Literatura, junto a Emmanuel Carballo; en su número 6, titulado Nuevos Escritores Mexicanos, correspondiente a julio-agosto de 1956, se habían incluido textos de los dos destinatarios de la carta, a lado de otros diez autores. El objetivo de la misiva es remitir la “prometida colaboración”; se trata de un texto en forma de diálogo escénico titulado Sumar, restar, que aparecería en el número del primer aniversario de la revista Kátharsis, el cual reuniría textos de jóvenes creadores regiomontanos con trabajos inéditos de autores del ámbito nacional, que en ese momento ya contaban con una obra publicada y reconocida. Hasta donde se ha podido investigar, Fuentes no recopiló esta colaboración en alguno de sus libros posteriores. Los buenos deseos de Carlos Fuentes se materializaron; unas semanas después, los destinatarios de la carta recibirían un comunicado de Alfonso Reyes, fechado el 21 de noviembre de 1956, mediante el cual, en su calidad de presidente de El Colegio de México, les informa que dicha institución les otorgaría una suma mensual por todo el año de 1957, como ayuda para sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de México. Huberto Batis ofrece una referencia a tendons la llegada de estos jóvenes escritores a la ciudad de México, en su libro Lo que Cuadernos del Viento nos Dejó: Durante ese año, Padilla y Garza sustituirían a Fuentes y Carballo como responsables en algunos números de la Revista Mexicana de Literatura. También en 1957, en un escrito del 19 de diciembre, Octavio Paz se refere a Kátharsis como “la revista de los muchachos de Monterrey”, en una carta dirigida a Gabriel Zaid, quien la incluyó al inicio de la primera edición de su poemario Seguimiento (Carta-Prólogo).
    II En 1967, en una entrevista para un periódico de Monterrey, Homero Garza relata que Hugo Padilla, Arturo Cantú y él fundaron la revista Kátharsis; añade que posteriormente se agregaron colaboradores como Carmen Alardín, Ramiro Garza, Raymundo Ramos Gómez, Alfonso Rangel Guerra, Rafael Estevez, Enriqueta Ochoa y otros que vinieron después (Marthel: 10-11). Homero Garza señala que para el número de aniversario recibieron de la ciudad de México, además de la de Carlos Fuentes, colaboraciones inéditas de Alfonso Reyes, Octavio Paz y Amparo Dávila, lo que sirvió para consolidar el prestigio de la revista. Eligio Coronado, estudioso de la poesía de Nuevo León, indica que fue la revista Kátharsis la que introdujo la vanguardia literaria en Monterrey (24). Respecto a los poemas de Homero Garza apunta: “son estructuras verbales donde la intensidad creadora escudriña las posibilidades de la metáfora. La temática varía entre el amor y la exploración del ser y es de naturaleza pretextual: su función es propiciar el ejercicio poético y estimular la libre asociación imaginativa la cual, a su vez, se sustenta en el amplio registro sensorial del autor” (285). Para ofrecer una idea del carácter de la revista, se analizan los textos que publicó Homero Garza en esa época. En su poesía la brisa tiene arterias, el agua, células, la voz se alimenta de fantasmas, el alma posee corteza, el llanto, piel, el letargo eleva espigas, las palabras tienen dientes de astillas y devoran todo, la astilla y el polvo lloran, el paisaje tiene alas que se abren en los ojos, la lluvia tiene labios transparentes. Lo anterior se refleja en su poema incluido en el número de aniversario titulado Más allá de las cosas azules y bárbaras, en donde “El amor entra cantando con astillas de barcos en los labios, / y mástiles que lloran su derribada estirpe” (Kátharsis: 112).